Hace unos pocos de años me encontré en la tribuna de un
estadio holandés, con mi familia, con mi bandera del centenario y rodeado de
gambrinus ingleses por los cuatro puntos cardinales, la cosa por nuestro lado
pintaba mal, estábamos en la parte inglesa y estaban en superioridad numérica.
Hace unos pocos de años estaba en el inicio de la mayor
gesta de la historia del Sevilla fútbol club, la gesta que hizo que por varios días
España fuera sevillista, parecerá increíble, pero por el camino nos
encontramos, franceses, personas tanto del Madrid como del Atletico, gente de toda Andalucía, felicitándonos
y dándonos su apoyo.
Hoy seis títulos más tarde no solo somos un grande, si no
que ya nadie nos va a felicitar por nada, porque somos nosotros los que le quitamos los títulos a los demás, hoy seis títulos mas tarde el Sevilla
se reinventa a si mismo para llegar a otra final, para jugar una semifinal y
ganarla, para ir a otra final y ganarla.
Hoy se preparan cinco mil sevillistas para partir a
Valencia, una invasión que demuestra lo grande que es nuestro equipo, el mismo
que llevo a cien mil personas a una final, para que muchos que viajaron sin entrada apoyaran a su equipo desde los bares.
Hoy sin saber el resultado, el Sevilla es más grande que
nunca, el Sevilla es más de los sevillistas que nunca, más rojo y blanco que
nunca, y nos late más en nuestros corazones que nunca.
Hace unos pocos de años llovió sangre roja por Europa, hoy
llueve sobre la misma sangre, llueve sobre mojado, que importara que me lleva la
pelua como dice mi madre, porque yo vi ganar a mi Sevilla, cuantos murieron sin
tener la ocasión de vivirlo.
El jueves si Dios quiere volveremos a ser la envidia del
mundo, pero si no llegara esto a pasar, me queda lo mas grande, el titulo mas
honorable el de ser sevillista, eso jamás me lo podrán arrebatar, eso jamás
nadie me lo podrá quitar, las ilusiones, la vida, la religión, los padres, todo
pasara pero ser sevillista me lo llevare a la tumba y me acompañara al tercer
anillo.